Passing Shot tuvo la dicha de dialogar con Sir Andy Murray, una de las más grandes leyendas de las últimas décadas. Nos comparte sus más profundas reflexiones sobre su juego y nos revela el factor a desarrollar para volver a su mejor nivel.
El británico está atravesando un proceso de vuelta a su mejor versión, o al menos hacia algo cercano a ello. En este arduo camino, el ex número 1 del mundo ha soportado dos cirugías muy invasivas, lo que en enero del 2019 lo llevó a una reconstrucción de su cadera, que ahora es de metal. A principios de ese año anunció su fecha de caducidad como tenista profesional: Wimbleon 2019.
Pasó mucha agua bajo el puente y nos encontramos en la temporada 2021, con un Murray absolutamente competitivo, dispuesto a hacerle frente a cualquiera. Sin embargo, pese a sus grandes actuaciones frente a los jugadores que ocupan los primeros 20 peldaños del ranking ATP, el integrante del Big Four no ha sido capaz aún de conseguir una victoria.
Físicamente se encuentra en óptimas condiciones, siendo capaz de resistir partidos de larga duración. Su alto nivel tenístico sigue presente y su amor por el juego, intacto. Entonces, ¿qué es lo que le falta a Andy Murray para volver a conseguir -ante los mejores jugadores- títulos importantes?
En el ATP de San Diego, hemos tenido el privilegio de preguntarle al británico por el aspecto de su juego que considera más importante mejorar.
— «Hola, Andy. Un placer hablar contigo. No sé si estabas siendo sarcástico con tu último post de Instagram diciendo que la semana en Metz (alcanzó los cuartos de final) fue decepcionante, porque jugaste muy bien allí, y también hoy has jugado un partido muy sólido. ¿Qué aspecto de tu juego crees que es el más importante para mejorar?»
— «Creo que sólo ser un poco más clínico. Es decir, para mí yo jugué un buen tenis a lo largo de Metz. Jugué un poco mejor, tu sabes, en general durante toda la semana. Fue un tenis consistentemente mejor, pero últimamente como que, sí, como que el mismo tipo de resultados habían estado sucediendo, como contra Hurkacz. Como, ya sabes, tuve como cuatro puntos de quiebre, tres o cuatro puntos de quiebre en el primer set y no puse una devolución en la pista y jugué un tiebreak pobre. Este también fue el caso de que en Cincinnati cuando jugué contra él y sabes, es como decía antes, que estoy jugando contra jugadores top y yo no siento que estoy viéndome como si no pudiera ganarles o que estuviera jugando a un nivel diferente de ellos. Creo que el nivel está ahí pero contra los mejores jugadores, tú necesitas ser clínico y yo no lo he sido, así que sí, eso es algo que creo que cambiará con más partidos ganados y sí, aprendiendo un poco de los errores que cometí en esos partidos. Pero sí, sería ser un poco más clínico, un poco más despiadado y tú sabes, siendo un ganador de nuevo, ya sabes, eso es, sí, eso es algo a lo que quiero volver”.
Creo que ha quedado bastante claro. Le falta ser asertivo en los momentos más tensos del partido, animarse e ir a por el punto con confianza, despiadadamente. Y como él aclaró, con más partidos ganados irá recuperando esta mentalidad, que no es para nada fácil de desarrollar, y que solo unos pocos han capitalizado. Andy ha sido uno de ellos: fue número 1 del mundo en 2016, consiguió 46 títulos de los cuales 3 son torneos de Grand Slam y es el único tenista en la historia en defender una medalla de oro olímpica.
No tenemos dudas de que más temprano que tarde lo veremos alzando un nuevo título y volviendo a ocupar los primeros puestos del ranking.
Créditos de la portada: Corinne Dubreuil.