¡Gracias, RAFA!

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La presente es una edición especial en homenaje a Rafael Nadal que consta de los siguientes capítulos, en el siguiente orden: Nada lo para, un estudio sobre la capacidad competitiva de Rafael Nadal; ÉL rival; Su inconmensurable legado; El impacto en las nuevas generaciones; Las dos mitades; La Era Dorada; Su documental para Netflix; Sus récords imbatibles; Nuestras entrevistas con Rafa; El Regalo, por Rafael Nadal; y ¡Gracias, Rafa!

NADA Lo para, un estudio sobre la capacidad competitiva de Rafael Nadal

El tenis es un deporte sumamente complejo. Requiere no solo de reacción y concentración, sino también de visión e inteligencia; resistencia, calma y resiliencia.

Con esto en mente, pasar la pelota al otro lado de la red se vuelve algo bastante más dificil de lo que suena. Agreguemos el cansacio, la fatiga muscular, la presión… esto hace que la definición que la Real Academia Española le concede al término “tenis” quede excesivamente elemental. Tenis: Juego en el que dos personas o parejas se lanzan una pelota con raquetas por encima de una red que divide el campo. La pista puede ser de tierra batida o hierba. No es tan fácil como parece.

¿Qué es lo que hace al tenis -en especial a nivel profesional- un deporte tan complejo?

Se podrían dar varias respuestas acertadas, pero en el orden prelativo, la razón principal sería la mentalidad. El tenis se juega contra otro, un rival, pero por sobre todo, se juega contra uno mismo. La mente tiene la capacidad de hacerlos lanzar un dropshot como lo haría Roger Federer, salvar un match point como Novak Djokovic, o luchar otra pelota más, como haría Rafael Nadal. La contracara es que puede hacer que comentamos doble faltas, que erremos pelotas fáciles, que nos tiemble el pulso, que dejemos pasar oportunidades importantes… y que perdamos.

Son incontables los jugadores profesionales que han tenido un talento superlativo en términos técnicos y de fluidez, pero una mentalidad derrotista que les ha limitado su carrera tenística, situándolos en la historia del tenis como jugadores con golpes espectaculares, gran estilo, buenos partidos sueltos, pero con vitrinas magras.

El tenis profesional puede ser muy frustrante y mentalmente agotador. Casos como los de John McEnroe, Gastón Gaudio, Stanislas Wawrinka (antes del Abierto de Australia 2014), David Nalbandian, Nick Kyrgios, entre otros, son algunos de los ejemplos de las dificultades que presente la competitividad del tenis.

El “y si…” más grande de la historia es el de la maratónica final de Wimbledon 2019, en la que el serbio Novak Djokovic salvó dos match points contra el suizo Roger Federer. Fue la tercera ocasión en la que Novak repitió dicha hazaña ante el de Basilea, las otras dos, en las semifinales de US Open 2010 y 2011. De haber Federer concretado alguno de esos seis puntos para partido, la historia del tenis probablemente sería otra. Lo notable, y la razón por la que traemos a colación estos encuentros, es que en ellos –estadísticamente´- el mejor jugador fue el suizo, pero no fue el ganador. Ahí es cuando la mentalidad se alza como una montaña. No basta con tener mejores golpes que tu rival. Hay que ganar la batalla mental. Y ahí es donde tanto Novak Djokovic como Rafael Nadal se separaban del suizo, razón por la cual terminaron superándolo, tanto en el cara a cara como en títulos de Grand Slam.

Pero el protagonista de este artículo es Rafael Nadal, el competidor -quizás- más grande del deporte en general, sin dudas en el tenis. No sólo por prevalecer ante sus rivales sino por la complejidad extra que le significó el constante regreso tras semanas, meses e incluso hasta un año sin competir. La capacidad competitiva aflora cuando uno juega bien, cuando gana. La dificultad radica en hacerlo por varios años, o por décadas, como hicieron los tres grandes (Djokovic, Nadal y Federer). Ahora, imagínense competir al más alto nivel por más de veinte años, teniendo que frenar por 29 lesiones un total de 2.051 días. ¡Son más de 5 años!

Así y todo logró permanecer 18 temporadas entre los mejores 10 jugadores del mundo, desde que entró en el 2005 hasta el 2023, donde tras un año prácticamente sin jugar, terminó saliendo del selecto grupo. Un récord sin igual.

Grigor Dimitrov, el búlgaro número 10 del ránking, poseedor de un tenis exquisito, tiene grandes palabras de elogio para con el español: “El hecho de que sea tan capaz de revertir situaciones de forma espectacular, de ganar lo que es casi imposible ganar. Eso, en nuestro deporte, es extremadamente difícil. Es algo que ha hecho en instancias decisorias. ¡La final de Australia 2022 con Medvedev! Y, de hecho, lo hizo conmigo en ese torneo, en las semifinales de 2017. Cuando veo ese partido, y creo que es el partido que más veces he visto en mi vida, sigo sin poder creer que lo ganara, que yo lo perdiera. Él es capaz de modificar la realidad. Eso es lo que hacen los magos. Y como persona es maravilloso”.

Una de las mayores virtudes de Nadal es frustrar al rival, hacerlo sentir que sin importar cuán bien golpee la pelota, qué tan buena sea la decisión estratégica, siempre faltará más. Esa virtud la comparte con Novak Djokovic. Ambos logran que sus rivales se agoten, primero físicamente, luego mentalmente. Respecto del español, la victoria comienza antes de entrar a la pista. El partido comienza en el vestuario. O antes, en los entrenamientos. Las cámaras suelen enfocar a los jugadores en los pasillos de ingreso al estadio, y cuando juega Nadal, sentimos que estamos viendo a una fiera enjaulada desesperada por salir. Y eso también lo sienten los rivales.

Rememoremos aquella escena de la final de Roland Garros 2022, cuando en los pasillos de entrada a la Philippe-Chatrier, Casper Ruud, por un lado; el trece veces campeón, Rafael Nadal, del otro. El noruego, que estaba por disputar su segunda final de Grand Slam, tenía un physique du rol de novato, intentando simular una relajación que claramente no estaba allí presente. El polo opuesto era el del español, corriendo de lado a lado, en aquel estrecho pasillo. No conocía la quietud. Todo era movimiento. Ansias. Motivación. Hambre. No se trataba de un partido de tenis más, era un gladiador preparado para dejarlo todo, incluso hasta morir en el intento. Así se dieron las cosas: 6-3/6-3/6-0, decimocuarto Roland Garros y vigésimo segundo Grand Slam para Nadal (récord en aquel momento). Se convertía en el más grande de todos los tiempos.

Imágenes de la escena en cuestión (Créditos: Roland Garros).

Aquella final ya estaba ganada. No solo por la dificultad extrema que significa jugar contra el manacorí en aquella pista, sino porque Casper aún no había descolgado el póster de su habitación (aún no lo hizo). Estaba cumpliendo un sueño: jugar con su ídolo máximo en el escenario más importante. Incluso con la mentalidad adecuada, es prácticamente imposible derrotar al español en aquel estadio (112 victorias con solo 4 derrotas). Solo un 3,45% de posibilidades.

Todos estos condimentos que fuimos mencionando, tanto en el aspecto físico, como tenístico y mental, forman parte del caldo que se cocina en la olla, que es la mente del rival del español. La cocción es a fuego lento.

Pasemos a desentrañar qué es lo que hay detrás de la mentalidad del protagonista. Cómo logra tener esa brecha mental por sobre el resto. Qué piensa, o cómo piensa Rafael Nadal.

Para aproximarnos, citaremos la memorable respuesta que dio en la conferencia de prensa tras coronarse en el Masters de Roma 2019 ante Novak Djokovic por 6-0/4-6/6-4: “Trabajas mentalmente cuando sales a la pista cada día y no te quejas. Cuando juegas mal, cuando tienes problemas, cuando tienes dolores… pones la actitud correcta, la cara correcta, no te sientes negativo por todos los problemas que ocurren, si juegas mal, si tienes problemas físicos… Vas a la pista todos los días con la pasión para seguir practicando. Ese es el trabajo mental. Es algo que hice durante toda mi carrera. No frustrándome cuando las cosas no van bien; no siendo muy negativo, y es por eso que siempre he sido capaz de tener la chance de volver. Y aquí estamos, un título importante, un momento importante, y ahora es el momento de seguir así”.

Uno de sus últimos entrenamientos, con la misma intensidad de siempre – Copa Davis de Málaga 2024 (Créditos: AP Photo/Manu Fernandez).

Aquí no sólo está declarando Rafa. El Tío Toni, como se lo conoce en el ambiente el tenis (Antonio Nadal, tío del tenista), quien desde 2017 pasó a ser ex entrenador de Rafa, habiéndolo sido por 27 años y convirtiéndose en la dupla más exitosa de la historia, cosechando 75 títulos, también estuvo presente en dicha declaración. No es que el tío estuviese presente físicamente allí pero sí sus ideas, su forma de ver la vida.

Toni educó a Rafa no solo en lo relativo al tenis, sino en la vida misma. Y ello incluye el aspecto mental. En su libro “Todo se puede entrenar”, o si prefieren lo express, en “El valor del esfuerzo”, su charla Ted, Toni explica la fórmula secreta del éxito de Nadal. Recomendamos encarecidamente la lectura del libro, o al menos que escuchen la charla, que se encuentra en YouTube (18 minutos de duración).

Ni cosas raras, ni ejercicios complejos, ni tecnología excesiva: Rafa se forjó artesanalmente, a la vieja escuela. Y a esa educación se le hizo hincapié en las bases, en los pilares fundamentales: el respeto, la disciplina, la auto superación, la responsabilidad y el trabajo duro. Por eso fue que Toni se hizo a un lado en aquel 2017, porque sentía que ya no tenía nada que aportar. Su sobrino había incorporado de sobra aquello que él consideraba lo fundamental. La filosofía “nadaliana”. Viniese quien viniese, Rafa, quien a pesar de todo siempre escucha y se apoya en su equipo de trabajo, ya sabía bien lo que tenía que hacer, lo demás eran detalles.

Esa filosofía estoica, trasladada al entrenamiento y al carácter del balear, vaya que tuvo sus frutos. La filosofía que Toni le inculcó a Rafa es la del esfuerzo, y ese esfuerzo surge de la responsabilidad.

En tono jocoso, pero seguramente no sea una broma, Toni reveló – cito- “A mi nunca me ha gustado asumir la responsabilidad, por eso, desde muy pequeño yo le hice asumir la responsabilidad a Rafael”. Ni el clima, ni la raqueta, ni las pelotas, ni el rival, ni los dolores, ni las ganas… nada de excusas. Imagínense crecer asumiendo la responsabilidad en un mundo donde, justamente, se suele hacer lo contrario. Da lugar a algo/alguien muy especial.

Un jovensísimo Rafa en Les Petits As, con la pasión de siempre (Créditos: Getty Images).

¿Cuál es el papel que juega la responsabilidad en lo que hace a la mentalidad de Rafa? ¿Qué consecuencias conlleva el hecho de asumir la responsabilidad, especialmente en contextos de máxima presión y tensión?

Tomaremos prestadas ideas del Dr. Jordan Peterson (psicólogo clínico de talla mundial), autor del éxito en ventas “12 reglas para vivir”. El Dr. Peterson explica que la responsabilidad es confrontar, con una visión noble, con disciplina e intención, las dificultades. Considera que ese es el principio sobre el cual se debería afirmar nuestro comportamiento. Sujeta que esas son las características del héroe en las historias arquetípicas. Nos preparan para salir y confrontar los problemas, las dudas y los miedos.

A diferencia de lo que la popularmente viene sosteniéndose en los últimos 20 años con relación al concepto autoestima, en sentirse bien con uno mismo, tanto el Dr. Peterson como Toni Nadal difieren. Ambos coinciden en que no hay que conformarse con quien uno es sino pensar en quien uno puede llegar a ser. El camino puede ser duro. Eso evita la mediocridad y empuja a enfrentarse a la vida con esfuerzo y responsabilidad, que, a la larga, aunque sea más difícil, es lo más conveniente, lo que nos permite realmente alcanzar nuestro potencial y mayor desarrollo en todos los ámbitos de la vida.

“Mi entrenador fue mi tío desde el principio y fue muy estricto desde el principio, me llevaba al límite en cada entrenamiento, así que no tenía la oportunidad de dejar de dar el 100% en cada entreno. En cierto modo fue duro, pero cuando te acostumbras a hacer una cosa, se vuelve normal, empiezas a trabajar en encontrar soluciones para hacer eso aún mejor. Así he trabajado siempre”, comentó el español en las Next Gen ATP Finals 2024.

Lo que Toni le inculcó a Rafa es mucho más profundo y tiene mayor significado que el autoestima, y es el hecho de enfrentar las situaciones adversas con disciplina y esfuerzo, con la actitud correcta, como si fuese una obligación moral (véase en la declaración de Roma cómo Rafa dice las cosas como si fueran un imperativo categórico). Eso lo entrenó para sobrevenir a la adversidad de una carrera repleta de lesiones, a forjar un carácter resiliente y capaz de trabajar duro sin importar las condiciones, a dar lo mejor de sí siempre, a jugar cada punto como si fuese el último, a que nada lo pare. Lo hizo desde pequeño hasta los 38 años, cuando el reloj biológico dijo basta.

Oyendo atentamente a su tío, en los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde conquistaría la medalla de oro en la modalidad de dobles (Créditos: AFP).

Y no es menor el análisis de la última frase, con la que cierra la declaración en Roma: “Y aquí estamos, un título importante, un momento importante, y ahora es el momento de seguir así”. Esto significa que no contento con conquistar el título de la capital italiana por décima ocasión, seguirá adelante, esforzándose para darse las chances de obtener otro trofeo en el siguiente torneo (que terminó siendo su duodécimo Roland Garros). Esa mentalidad es de alguien extraordinario, o mejor dicho, extraordinariamente educado -y aprendido- para sobreponerse, con respeto y humildad, y con tenacidad y dureza, ante todos los rivales con los que se tope. Es una figura del deporte que inspira más allá del tenis porque es lo más parecido el héroe de las historias arquetípicas, porque es humano y tiene sus limitaciones, y por eso podemos identificarnos con él, lo que explica el cariño y la admiración que genera en todo el mundo.

Una y otra y otra vez, cuando parecía que era el final, cuando lo daban por muerto, él regresó; regresó y ganó. Nada lo paraba. Tuvieron que ser una consecución de lesiones a una edad avanzada lo que lo llevaron a colgar la raqueta. Pero créanme cuando les digo que el tenis está ahí, las ganas de ganar, de seguir compitiendo, siguen estando. El problema es que estamos hablando de un ser humano, alcanzado por las leyes de la naturaleza y por el inevitable paso del tiempo. Eso sí, con la mentalidad y carácter que posee, es seguro decir que va a triunfar en cualquier cosa que se proponga de ahora en más. El circuito perdió una figura de un peso inconmensurable, pero la historia se ganó una leyenda cuyo nombre perdurará por la eternidad.

Finales de 2021, en muletas, tras perderse la mayor parte de la segunda mitad del año. Regresaría en 2022 campeonando en Australia y Roland Garros, alcanzando el récord de Grand Slams (Créditos: Instagram @rafaelnadal)

ÉL rival

En los últimos 20 años, pasaron por el mundo del tenis grandes figuras, algunas más talentosas, otras más consistentes, pero lo que la mayoría tienen en común es que se ponen de acuerdo en que el rival más duro al que se enfrentaron fue Rafael Nadal. La opinión que realmente vale es la de aquellos que lo tuvieron del otro lado de la red. Que lo disfrutaron, aún más lo sufrieron, y admiraron.

Novak Djokovic. Y sí, es justo comenzar con él, el más grande de todos los tiempos, quien luchó por décadas para superar a Nadal y a Federer en la mayoría de los récords, en especial en Grand Slams. El serbio y el español son la rivalidad más grande de la historia, midiéndose en 60 oportunidades, 31 victorias del lado de Djokovic, 29 del de Nadal. Se midieron en finales de todos y cada uno de los Grand Slams, y en finales de todas las categorías ATP. Su rivalidad definió la historia del tenis.

El serbio no tiene más que palabras de respeto y admiración para el que considera sin lugar a dudas “su más grande rival”.

El caluroso saludo entre los dos rivales más grandes de la historia del tenis. 46 Grand Slams en una foto. (Créditos: EFE).

“Tu tenacidad, dedicación y espíritu de lucha van a enseñarse por décadas y tu legado permanecerá para siempre. Soló tu sabes cúanto tuviste que soportar para convertirte en un ícono del tenis y del deporte en general. Gracias por empujarme al límite tantas veces en nuestra rivalidad, que es la que más me ha impactado como jugador”. Estas palabras fueron escritas por el serbio en un posteo en redes sociales tras el anuncio de Rafael Nadal anunciando su retiro en la Copa Davis de noviembre, en Málaga.

Posteriormente, se cruzaron en el Six Kings Slam, un evento de exhibición que convocó a los mejores del mundo, incluyendo al español. Allí, Djokovic tuvo la oportunidad de homenajear en pista a su gran rival, y sus palabras, además de emocionar, demuestran justamente cómo Nadal lo marcó, lo forjó y lo hizo el mejor jugador de todos los tiempos.

“No te vayas del tenis, Rafa. Quédate con nosotros. Tengo el máximo respeto por ti. Eres un increíble atleta y una increíble persona. La rivalidad ha sido increíble y muy intensa, así que espero que tengamos la oportunidad de sentarnos en la playa y bebernos algo, reflexionar sobre la vida, hablar de cualquier cosa”, comentó, entre las protocolares felicitaciones al equipo del español.

Sigue nada más ni nada menos que Roger Federer, con quien el español conformó la rivalidad más icónica, una que trascendió al tenis, y que decantó en una bonita amistad. En una entrevista especial para Vogue. Especial porque el escenario fue las instalaciones de Wimbledon, incluído el Centre Court:

—          ¿Quién es el jugador al que más temes enfrentar?

—         Rafa Nadal.

—         ¿Quién tu jugador favorito para jugar en contra?

—         Rafa Nadal.

Rompiendo un récord juntos: Roger Federer, Rafael Nadal y el partido de tenis con mayor audiencia en la historia, 51.954 personas en el Cape Town Staduim (Créditos: EFE/EPA).

La respuesta no sorprendió. Al suizo siempre le costó medirse contra el español. En su primer enfrentamiento, Federer en la cima del ranking, con un halo de invencibilidad, cayó en sets corridos (6-3/6-3) en la tercera ronda del Masters de Miami contra un Nadal de 18 años. La rivalidad, que -siendo estrictos- no tuvo mucho color hasta el 2017, donde Roger hiló cuatro victorias, terminó 24-16 en favor de Rafa. A diferencia de la del español con el serbio, aquí se cruzaron desde muy temprano, 2004, y se mantuvo hasta el 2019, en las semifinales de Wimbledon, donde el suizo se quedaría con el pase a la final en cuatro emocionantes sets, y terminaría cediendo dos match points en aquella mítica -y dolorosa para muchos- final contra Djokovic.

En otra entrevista, de Open Court (CNN), se sentaron algunos jugadores de gran peso: Andy Murray, David Ferrer, Thomas Berdych y Janko Tipsarevic. Las preguntas fueron variadas, y a todos se les preguntó cuál fue su oponente más duro.

David Ferrer, ex número tres del mundo y finalista de Roland Garros 2013, no lo dudó: Rafael Nadal”.

Andy Murray, ex número uno del ránking y tres veces campeón de Grand Slam, tampoco no titubeó con su respuesta: “Nadal”.

Janko Tipsarevic, ex top 10, contestó instantáneamente: “Rafael Nadal en arcilla. Es casi una misión imposible para la mayoría de nosotros. No importa cuán bien te sientas ese día, no es fácil, te lo prometo”.

Es también interesante la opinión del estadounidense ex número uno, Andy Roddick: «Rafa es una parte importante de eso. Roger es mejor por haber tenido a Rafa y Novak no sería el jugador que es sin Rafa. Si nunca hubiera tenido que enfrentarse a Rafa, no sabríamos que existe una versión mejor de Novak».

El campeón del US Open 2003 ubica a Nadal como el común denominador del Big Three. Tiene sentido, puesto que de muy joven llegó al circuito con un Federer reinante y sin grandes problemas para complicarlo y comenzar a vencerlo regularmente, llegando a quitarle tres finales de Grand Slam consecutivas (Roland Garros 2008, Wimbledon 2008 y el Australian Open 2009). Luego, Djokovic vino a arruinarle la carrera a ambos, pero mientras que Federer no tuvo sus mejores años en la segunda década de los 2000´, ahí estuvo Nadal, compitiendo contra el mejor Djokovic. Versión del serbio que necesito obtener para anteponerse al español.

Stefanos Tsitsipas, top 10 y finalista de Roland Garros y el Australian Open, tuvo una de las conferencias de prensa más memorables de los últimos años en la edición 2019 del Grand Slam australiano. El griego venía de vencer al campeón defensor, Roger Federer, en los octavos de final (cuatro ajustados sets), luego a Roberto Bautista Agut en cuartos, para medirse ante Rafael Nadal en semifinales. 6-2/6-4/6-0. Conferencia de prensa y un rostro perdido y decepcionado, muy contrario al sonriente y alegre que venía viéndose en las semanas anteriores. Stefanos pudo expresar lo que se siente enfrentarse al español: “Honestamente, no tengo idea qué puedo tomar de este partido. No estuve siquiera cerca. Es un sentimiento muy extraño. Se sintió como si (yo) no pudiese jugar mejor que esto. Se sintió como si no fuese tenis, se sintió totalmente como otra dimensión del tenis. No te da ritmo, juega distinto al resto de los jugadores. Tiene este talento que ningún otro tiene”.

El drive, su tiro mortífero, cargado de top spin a más no poder (Créditos: Getty Images).

Fabio Fognini supo darle pelea y hasta vencerlo, pero aun así la exigencia era máxima: “Te aniquilaba física y psicológicamente”.

En conclusión: jugar contra Nadal es algo muy distinto. En palabras de Tsitsipas, “es otra dimensión del tenis”. Por su estilo de juego, las revoluciones del giro de la pelota, su actitud, tener que luchar siempre un poco más; es demasiado.

Su inconmensurable legado

Los rugidos, los rituales, las sonrisas, los derechazos, los rallys, las remontadas, esa aura intangible, el respeto, el esfuerzo, la superación, la amabilidad, la resiliencia… son muchas las cosas que tenía Rafa.

Toca leer la opinión de sus rivales y algunas grandes personalidades del tenis:

Novak Djokovic: «Rafa. En primer lugar, felicidades por tu increíble carrera. Tu familia, tu equipo y tú mismo debéis estar muy orgullosos de todo lo que has conseguido a lo largo de tu carrera durante más de 20 años. En el vestuario echaremos de menos tus calentamientos, tus sprints, tus saltos, tu competitivo parchís, los juegos que tenías con tu equipo antes de tus partidos. Compartimos muchos momentos divertidos en el vestuario, solo espero que todo el mundo celebre tu carrera hoy porque hay mucho que abrazar y mucho que celebrar, aunque sea un día triste para el tenis, para España y para el deporte en general que te retires.

Creo que lo más importante es la huella que dejas en términos de conexión con la gente, de cómo inspiraste a millones de niños de todo el mundo a coger una raqueta de tenis. Cómo transmitías tu pasión y tu amor por el juego, cómo te desenvolvías en la pista, cómo respetaste a tus oponentes y a todo el ecosistema del tenis a lo largo de tu carrera. Tu tenacidad, tu espíritu de lucha, la energía que aportabas en todo momento, la fuerza, la potencia, es algo que se estudiará y que se transmitirá a muchas generaciones que vienen y aspiran a ser como tú como persona y como gran campeón. Me siento muy honrado y emocionado de haber sido tu rival en los últimos casi 20 años en los que hemos jugado más de 60 partidos.

He aprendido mucho en nuestros encuentros. Muchas gracias por haber hecho de mí el jugador que soy y que he sido en los últimos 20 años. El mundo del tenis y del deporte echará de menos la increíble energía que ponías en la pista. Amigo mío, te deseo la mejor de las suertes con tu fundación benéfica, con tu familia y con tu Rafa Nadal Tennis Academy que sigue prosperando, que sigue extendiéndose por todo el mundo donde podrás difundir las experiencias, el conocimiento, la pasión y el amor que tienes por el juego a la generación más joven. Muchas gracias y buena suerte, amigo mío«.

Una inmensa multitud en Roma saludando a Rafa tras su última actuación: 10 veces y mayor campeón de la historia del torneo (Créditos: Eurosport).

Roger Federer: «Una palabra para describirte, Rafa, sería… amable. Tu dominio y tus récords en tierra batida creo y espero que jamás sean igualados. Tu resiliencia, tu dureza, todo ha sido increíble. Quiero destacar también cómo te has convertido en un ídolo para muchos niños alrededor del mundo. Y, por supuesto, y quizás lo más importante para mí, hay que destacar tus actividades fuera de las pistas, el increíble trabajo que llevas a cabo con tu Academia, que es preciosa, y tu Fundación. Has devuelto muchísimo y estoy seguro de que lo seguirás haciendo en el futuro.

Mis mejores recuerdos relacionados con Rafa, creo que debo empezar por la Fundación, por las risas juntos y cómo hemos ayudado a través de la caridad, es uno de mis mejores recuerdos. Por supuesto, la final de Wimbledon 2008, cuando me ganaste. Seguramente sea nuestro partido favorito. Por último, también el dobles de la Laver Cup, pudimos hacer pareja y pude retirarme a tu lado. Esos han sido momentos inolvidables. Todo lo mejor, Rafa. Enhorabuena por tu increíble carrera. Ha sido un placer y un privilegio jugar contigo y frente a ti. Sé que me sacas ventaja en golf ahora mismo, pero voy a intentar alcanzarte para que no me ganes como hacías en las canchas de tenis. Disfruta el momento y cuídate, Rafa».

Andy Murray: «La pasión y la intensidad con la que jugabas, no solo durante los partidos, sino también en las pistas de entrenamiento, era algo a lo que todos los tenistas aspirábamos y por lo que todos los aficionados te recordarán. Solo quería mandarte un mensaje para darte la enhorabuena por una carrera increíble. Siempre he sido un gran aficionado tuyo: ha sido increíble verte competir, entrenar juntos y poder compartir pista en muchas ocasiones desde que nos conocimos cuando éramos niños de 13 o 14 años. Además, hemos aprendido muchas cosas de ti: humildad, trabajo duro y, sobre todo, respeto a todo el mundo. Seguramente seas el único tenista que jamás ha tirado la raqueta en señal de enfado. Sin embargo, ese no era el caso cuando jugábamos a la PlayStation: he visto a Rafa destrozar mandos de la Play en hoteles por todo el mundo, sobre todo cuando él y su gran amigo Juan Mónaco perdían un partido contra mí por un gol tardío, jugando ellos con su querido Real Madrid en el Pro Evolution Soccer. Gracias por todo, Rafa, disfruta de tu retirada».

El público francés, encantado con -en aquel momento- el más grande jugador de todos los tiempos (Créditos: AP photo).

Carlos Alcaraz: «Rafa, solo puedo darte las gracias por todo lo que has hecho por nuestro deporte, por el legado que nos dejas. Solo quiero dar las gracias por haber inspirado a la generación más joven, por haberme inspirado a mí: tú eres uno de los motivos por los que yo soy ahora tenista profesional. Gracias, de corazón: fue un privilegio haber compartido momentos contigo, dentro y fuera de la pista. Te deseo lo mejor en tu nuevo capítulo».

Andy Roddick: «Rafa es una parte importante de eso. Roger es mejor por haber tenido a Rafa y Novak no sería el jugador que es sin Rafa. Si nunca hubiera tenido que enfrentarse a Rafa, no sabríamos que existe una versión mejor de Novak. Rafa es un auténtico caballero. Si mis hijos alguna vez intentaran imitar algo de lo que hacía Rafael Nadal, estaría radiante de orgullo. Su forma de actuar, de tratar a, de tener tiempo para todos. Aunque estuviera de mal humor, todavía te miraba a los ojos y te decía: ‘¡Hola!’, y eso sin siquiera hablar de lo que hacía en la pista».

Daniil Medvedev: «Este es un gran momento para ti, un gran momento en tu vida y en tu carrera. Solo quiero agradecerte por todos estos años, primero viéndote en TV, y luego jugando frente a ti, en algunos casos en finales. Espero que hayas disfrutado de nuestras batallas tanto como yo lo hice. Eres una leyenda de este deporte. Lo que más me impresionó de ti cuando era pequeño era que siempre decíamos que eras increíble en tierra batida, pero pensábamos: «Veremos en hierba, veremos en pista dura». Luego, claro, demostraste que podías ser mejor que nadie en cualquier superficie sin que esta importara, demostraste que eras mejor que nadie en muchísimas ocasiones. Enhorabuena, Rafa».

Serena Williams: «Rafael Nadal, Dios mío. Ese nombre es sinónimo de leyenda, de inspiración, de fuerza. En primer lugar, siempre he admirado a Rafa y he amado lo que ha logrado desde que llegó al circuito, con esos pantalones pirata, largos, que me parecían muy cool y con mucho estilo (sonríe). Su fuerza, sus brazos… alucinaba con el tamaño y la fuerza de esos brazos, era inspirador. Creo que Rafa siempre será uno de los tenistas más icónicos que jamás practique este deporte. Recuerdo ver sus partidos y pensar: «Quiero desplazarme así, quiero jugar así, quiero hacer esto». Es un tenista irrepetible, un deportista irrepetible, una persona fantástica, siempre tan increíblemente amable dentro y fuera de la pista. Además, me encanta la humildad de Rafa, ¡es absolutamente incomparable! Voy a echar muchísimo de menos verte jugar».

Serena Williams, fan confesa del español, en su video homenaje vía Instagram (Créditos: Instagram @serenawilliams).

El impacto en las nuevas generaciones

Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Casper Ruud, Holger Rune, Alex De Minaur, Stefanos Tsitsipas, Iga Swiatek, Sebastian Korda, Karen Khachanov, Andrei Rublev, Ben Shelton, Tomás Etcheverry… ¿qué tienen en común todos estos nombres? Que, además de ser los grandes protagonistas del circuito en la actualidad, todos ellos fueron inspirados mayormente por Rafa.
 
Son varias generaciones consecutivas las que manifestaron ser influenciadas en gran manera por el español. En algunos casos podemos notar patrones o similitudes e intentos de copiar al manacorí en algún sentido. Rune y los rusos Khachanov y Rublev confesaron emularlo usando bandana y camiseta sin mangas en su época de juniors.

Andrey Rublev, número 8 del ranking ATP: «Tenía quizás 10 u 11 años, en ese momento copiaba a Rafa a full. Ni bien salía una nueva colección o algo, le pedía a mi mamá que me lo compre. Y en ese entonces, no había colección para niños, solo para adultos, entonces la forzaba a mi madre a que me compre talle S de adulto e incluso así me quedaba grande, era muy gracioso».

Andrey Rublev de niño con la vestimenta Nike y raqueta Babolat de la colección de Rafa en 2008.

Holger Rune, número 13 del ránking: «Es el más grande, nunca se da por vencido». Y en un post de Instagram al anunciarse el retiro del español escribió lo siguiente: «Rafa, fuiste mi primer ídolo. Mi primera requeta fue una Babolat. Usaba remeras sin mangas a los 6 años, con mis brazos como espaguetis. Tenía posters en todo mi cuarto. Fuiste la más grande inspiración y todos querían ser como tú. ¡Tantos chicos querían ser como tú! Lo que hiciste por el tenis es asombroso. Y sigues siendo una gran inspiración. Necesitas tu propio emoji!».

Carlos Alcaraz se inspira en el mallorquín en su efusividad, pasión y aguante, los “¡Vamos!”, también en la terminación del drive, que no son pocas las veces en que finaliza el swing por encima de la cabeza -el trademark de Rafa-, asimismo en la cávala de acomodar las botellas perpendicularmente a la pista o al dar grandes saltos previo al saludo con su rival en la red. En el caso de Carlos, probablemente algunas de estas cosas sean totalmente involuntarias y se hayan asimilado a su personalidad después de tanto ver a Rafael. No lo copia. Ya tiene interiorizado el actuar. Ahí está la marca de Rafa.

Nadalcaraz, el acrónimo que inventamos en Passing Shot y dio la vuelta al mundo, se hizo realidad en los JJ.OO 2024. La mirada de Carlos… (Créditos: AP Photo/Manu Fernández).

«My héroe era Rafael Nadal. Y lo sigue siendo», manifestó el murciano, quien tuvo el privilegio de jugar con su ídolo en los Juegos Olímpicos de París, además de enfrentarlo en 3 ocasiones (2-1 el historial en favor de Nadal).

«Nadal es mi ídolo desde que empecé a jugar al tenis; de hecho, gracias a él quise convertirme en tenista profesional. Perderlo en el circuito va a ser muy difícil, así que intentaré disfrutarlo lo más posible cuando juegue», expresó al enterarse del anuncio de su retiro.
 
En otros casos, como lo son Ruud o Swiatek, el impacto de Nadal alcanzó a sus personalidades, pero también en la estrategia, sobre todo en el uso del top spin como arma primordial. Ambos juegan su mejor tenis en el polvo de ladrillo, utilizando los efectos como arma letal, mayormente en el drive. Iga ya cuenta con la impresionante cifra de cuatro títulos de Roland Garros y Casper ya alcanzó dos finales allí.

Iga Swiatek, número 2 de la WTA, número 1 por 125 semanas: «Rafa siempre fue mi jugador favorito, y para mí es el mejor».

Iga Swiatek cumpliendo un sueño (Créditos: Getty Images).

Casper Ruud, número 6 del ránking: «Soy fan de él desde que comencé a ver tenis. Ha sido mi mayor ídolo y al que más admiro de todos los jugadores”.

Luego están los tenistas como Sinner, De Minaur, Korda, Tsitsipas, Shelton, etc. para los cuales el principal efecto del español fue la inspiración en la ética de trabajo, de esfuerzo y en la forma de encarar la carrera.

Jannik Sinner, número 1 del ránking: «Rafa, definitivamente (respondiendo a quién es su ídolo). Me pongo nervioso cada vez que lo veo. Lo mismo con Roger. Simpre es muy especial conocerlos».

Sebastian Korda, número 22 del ránking, cuya mascota fue nombrada «Rafa» en honor al español: «Rafa fue obviamente una de las razones por las que estoy jugando al tenis. Me inspira demasiado».

Ben Shelton, número 21 del ránking: «Me encanta pelear en la cancha, darlo todo hasta el final y tengo claro que jamás me voy a rendir. En cierta manera, considero que esa filosofía ha calado en mí por haber seguido tanto a Rafa durante su trayectoria. Siempre ha sido un tipo al que no se podía reprochar nada porque da su mejor esfuerzo. También me he fijado siempre en el fuego competitivo que tiene, en cómo elige cuándo mostrar sus emociones. Siempre ha sido una inspiración».
 
En síntesis, Nadal dejó una huella imborrable. Los nuevos protagonistas del tenis se ven inexorablemente alcanzados por ella. Y la misma no termina con ellos, sino que perdurará con las generaciones por venir.

“Creo que lo más importante es la huella que dejaste en términos de conexión con la gente, en términos de cómo inspiraste a millones de niños de todo el mundo a agarrar una raqueta de tenis”, expresó Novak Djokovic a Rafael Nadal.

Las dos mitades

 A primera vista, la despedida de Roger Federer en la Laver Cup 2022 pudo parecer justamente eso, el adiós del suizo. Pero, en profundidad, no lo fue. Alguien más dejó una parte de sí aquella emotiva noche. Rafael Nadal vio, según sus palabras, a su máximo rival despedirse del tenis. Y una gran parte se fue con él.

Expresiones coincidentes tanto en el retiro de su amigo y rival Roger Federer y en el suyo propio (Créditos: AP/PTI & Getty Images).

Recordemos cómo fue ese fin de 2022 para el español. Con 22 Grand Slams (2 de ventaja respecto del resto), sufrió la lesión abdominal en Wimbledon, teniendo que bajarse en semifinales. Posteriormente caería en el US Open, notablemente afectado en su juego. La edad no ayudó en la recuperación de su físico. Tampoco olvidemos lo sufrida que fue la gira de arcilla, siendo una incógnita enorme su desempeño en Roland Garros, torneo que ganaría de manera épica pero con la necesidad de infiltrar su pie izquierdo. Luego, cuando pareció encontrar una especie de solución para el síndrome degenerativo de Müller Weiss, vino la rotura abdominal en Wimbledon. Seis semanas de recuperación y una recuperación que no fue al 100%.

Así las cosas, en medio del descanso tras un año de enorme éxito y, a la vez, sufrimiento, Roger lo llamó pidiéndole jugar dobles en su último partido. Rafa no lo dudó. Ver que su gran rival tenía que decirle adiós al deporte que ama por una lesión en su rodilla no solo le dio un golpe de realidad, sino que le dejó en evidencia de que el cuerpo decide cuándo es el fin.

A Nadal le sobra tenis, ganas y pasión. Lo vimos en su último partido. Un espíritu indomable dentro de un cuerpo que sufrió mucho. El martes 19 de noviembre, la otra mitad de Rafa le dijo adiós al tenis. Una mitad (la corpórea) asumió en aquel 24 de septiembre de 2022 que ya era hora, la otra (la mental) se vio obligada a decir basta el martes 19 de noviembre.

Toca agradecerle por haberlo vuelto a intentar. Muchas veces. Sobre todo en aquel 2017, cuando todo parecía estar dicho y hecho. Supo ser el más grande de todos los tiempos en aquel 2022. Y para muchos lo seguirá siendo. Nos alegramos por haber tenido la oportunidad de atestiguar una carrera sin igual de un ser humano ejemplar.

La Era Dorada

Con el retiro de Rafael Nadal, se va otra gran parte del tenis. Aquella Era Dorada que comenzó el 28 de marzo del 2004, con un jovencísimo Rafael Nadal de 17 años doblegando al número uno del mundo, Roger Federer , llegó a su fin.

De hecho, terminó hace varios años (más adelante extendemos). 40 veces se enfrentaron, dejando una huella imborrable como la rivalidad más icónica del tenis. El choque de estilos, de personalidades e incluso de vestimenta, hicieron de sus batallas cuasi experiencias religiosas. Rafa y Roger. Roger y Rafa. Dos nombres que no pueden comprenderse separadamente, que se necesitan. Dos legados que serán eternos.

Aún queda la tercera pata de la mesa, Novak Djokovic. Se sumó a la Era Dorada unos años más tarde, pero no tardó en pisar fuerte y marcar su rivalidad con ambos, especialmente con el español. El serbio, que no dejó récord por conquistar, aún pinta para un par de temporadas más. Sin embargo, si de eras hablamos, 2019 fue el último año en que los tres fueron competitivos en simultáneo. Nole y Rafa siguieron haciendo de las suyas, pero podríamos marcar un fin de la Era Big Three en ese especial 2019. De Miami 2004, primer choque entre Nadal y Federer, hasta las ATP Finals 2019, con el cruce entre Djokovic y Federer. 16 años de oro.

Incluso siguiendo en actividad, una gran parte de Djokovic se fue el martes pasado. La lucha con Nadal por ser el más grande de todos los tiempos fue el combustible que lo hizo permanecer activo, con hambre y ganas de más. Sumémosle que ya consiguió la medalla de oro, lo único que le faltaba.

En este estado de cosas, el relevo de los jóvenes parece ser definitivo. Volviendo a Rafa y Roger, cómo se los va a extrañar. Fue un placer ser testigos de su grandeza. De sus increíbles partidos. De la revolución tenística que marcaron. De su atípica rivalidad, entremezclada con respeto y admiración mutua. De que cuando el 17 y el 14 parecían definitivos, para darnos más años de alegrías, se convirtieron en 20 y 22. 

Su documental para Netflix

Aunque el español siempre fue muy celoso y reservado de su ambiente y de los suyos, el cual cerró durante muchos años. “Ha reescrito tantas veces la historia del tenis que ya iba siendo hora de que contara la suya. El documental “Rafa”, próximamente, solo en Netflix”, publicó la cuenta de Netflix en sus redes sociales. La noticia sorprendió a todos.

Aún no se sabe la fecha de lanzamiento, ni hay demasiados detalles. Con el mal sabor de boca que dejó “Break Point”, la producción de Netflix que no terminó de entender cómo y qué quiso transmitir, no queremos entusiasmarnos demasiado. Pero sí es cierto que el director del documental es Davis Ellison, director y productor ejecutivo de Skydance Media, una súper productora que tiene los medios suficientes como para hacer una obra a la altura de la leyenda que es Rafael Nadal.

Anuncio oficial de Netflix (Créditos: Netflix).

“Nunca pensé que haría algo así, pero recibí una llamada de David Ellison y sus palabras, junto con el increíble proyecto que me pusieron delante de los ojos, me convencieron de que era lo que tenía que hacer», comentó el protagonista.

«Todo el mundo podrá ver cómo ha sido mi vida durante mi carrera tenística y en particular en este último año que he tenido. También mostrará cómo ha evolucionado mi vida y mi carrera tenística a lo largo de los años”. Estoy seguro de que el producto final, la docuserie, será increíble y que se verá en todo el mundo. Mi agradecimiento a David Ellison y a su equipo de Skydance por crear y creer en este proyecto. A mi familia y a mi equipo por permitir que me filmaran este último año, sé que no fue fácil para todos nosotros. A mis colegas y compañeros que han dedicado su tiempo a ponerse delante de una cámara durante algún tiempo. Y gracias a los torneos de todo el mundo que facilitaron el trabajo, no fue fácil», finalizó.

Link al trailer oficial subtitulado al español: https://www.youtube.com/watch?v=dHWKyRfxjyY

Sus récords imbatibles

Rafael Nadal siempre fue caracterizado por el esfuerzo, garra, lucha y coraje. Y fue por estos mismos motivos –y lesiones constantes– que, cuando el español irrumpió en el mundo del tenis, muchos periodistas argumentaban que el físico no le daría para muchos más años. El desgaste y la energía invertida en cada uno de sus partidos era descomunal, algo nunca antes visto. En 2005, con 18 años ingresó al selecto grupo del Top 10. Se mantuvo allí hasta marzo de 2023, dejando la marca en unas irreales 912 semanas consecutivas en la élite del tenis. 

Así es, estamos hablando de 17 años y medio consecutivos manteniéndose en lo más alto del tenis. Hoy, con casi 37 años, ocupa la novena plaza en el ranking ATP. Difícilmente volvamos a ver tanta constancia, regularidad y longevidad. Lo increíble es que lo haya logrado habiendo sufrido tantas lesiones a lo largo de su carrera.

14 títulos en un mismo Grand Slam. Todos sabrán a qué nos estamos refiriendo… Rafael Nadal logró algo que -realmente- dudamos que se vuelva a repetir jamás. Ganar 14 Roland Garros es algo de ficción. Completamente insólito. Es un récord que desnaturalizó la vara de medición. Tengamos en cuenta que quien más se acerca a esta marca es Novak Djokovic con sus diez títulos en Australia, y qué lejos está.

Emocionado con el vigésimo segundo Grand Slam como si fuera el primero (Créditos: REUTERS).

Con seguridad, nadie podrá lograr lo que Nadal hizo sobre la arcilla. Además de sus 14 Roland Garros, 12 ATP 500 de Barcelona, 10 títulos en el Masters de Roma, 11 en el Masters de Montecarlo, el español cuenta con una cifra en el polvo de ladrillo que es para creer o reventar: 81 partidos consecutivos ganados (invicto entre 2007 y 2008), y, a su vez, 50 sets ganados de forma consecutiva (de 2017 a 2018).

Tema aparte, al mejor de cinco sets, cuenta con 345 victorias y 46 derrotas, lo que da un porcentaje de efectividad del 88,23%, el más alto en la historia. Aventaja a Djokovic (87,3%) y Federer (84,9).

También posee el récord de mayor cantidad de victorias ante el número uno del mundo, con 23. Le sigue Boris Becker con 19. Téngase presente para dimensionarlo. Las primeras 13 fueron ante Roger Federer, luego las otras 10 ante Djokovic. Y lo más increíble es la distancia entre la primera y la útlima: 18 años, desde Roger Federer en la tercera ronda de Miami 2004 a Novak Djokovic en los cuartos de final de Roland Garros 2022.

Su última victoria ante un número uno, Novak Djokvovic en los cuartos de final de Roland Garros 2022, donde luego vencería a ALexander Zverev en semifinales y Casper Ruud en la final (Créditos: Corbis/Getty Images).

Otro récord que posiblemente se mantenga por muchos años más es el de conseguir el «Career Golden Slam» (los 4 Grand Slams y la medalla de oro olímpica) con tan solo 24 años. Lo logró tras vencer a Novak Djokovic en la final del US Open 2010, contando ya con el título del Australian Open 2009, 5 títulos de Roland Garros, dos de Wimbledon y la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008).

Ganar un Grand Slam te coloca en la historia del tenis. Hacerlo en multiples oportunidades, te convierte en leyenda. ¿Qué sucede entonces si un jugador consigue multiples Grand Slams en ¡3 décadas diferentes!

2000s (6): 2005 Roland Garros, 2006 Roland Garros, 2007 Roland Garros, 2008 Roland Garros, 2008 Wimbledon, 2009 Australian Open.

2010s (13): 2010 Roland Garros, 2010 Wimbledon, 2010 US Open, 2011 Roland Garros, 2012 Roland Garros, 2013 Roland Garros, 2013 US Open, 2014 Roland Garros, 2017 Roland Garros, 2017 US Open, 2018 Roland Garros, 2019 Roland Garros, 2019 US Open.

2020s (3): 2020 Roland Garros, 2022 Australian Open, 2022 Roland Garros.

Estas fueron cifras que probablemente, el menos la mayoría, vayan a quedar allí, en lo más alto. Tendrá que aparecer un astro del tenis para superarlas.

Nuestras entrevistas con Rafa

Tuvimos el honor de intervenir en dos conferencias de prensa para hablar con el protagonista de esta edición especial. Ambas fueron en el ATP 500 de Barcelona de 2021, donde alzó su último título en tierra española, el duodécimo, y en una final de infarto ante Stefanos Tsitsipas.

Su humildad en la respuesta. Vivir con naturalidad y dar el ejemplo… (Créditos: Prensa Barcelona Open Banc Sabadell).
Aquí nos resumió muy bien la filosofía Nadaliana. Su problema con el «y si…» (Créditos: Prensa Barcelona Open Banc Sabadell).

Un viaje en el tiempo: una íntima carta redactada por el propio Rafa, para todos nosotros

El portal “The Players´ Tribune” (La tribuna de los jugadores) es un medio deportivo que permite a los deportistas conectar directamente con sus fans, en sus propias palabras. El 17 de diciembre de 2024, se añadió una nueva carta al portal…

“El Regalo”, por Rafael Nadal:

Cuando era niño, aprendí una lección que todavía tengo grabada. No sé exactamente a qué edad fue, pero creo que tenía alrededor de 12 años. En esa época me encantaba ir a pescar. Me encanta el mar porque soy de Mallorca y, en mi caso, el mar es parte de mi vida. Se trata de la sensación de estar junto al mar, sentado sobre las rocas con tu familia y amigos, o fuera en un barco; la desconexión y la paz que sientes es algo especial. Un día, salí a pescar cuando podría haber estado entrenando. Al día siguiente, perdí el partido. Recuerdo que estaba llorando en el coche de vuelta a casa, y mi tío, que a esa edad tenía una gran influencia en mí, y que fue quien me hizo enamorarme del tenis, me dijo: «Está bien, es solo un partido de tenis. No llores ahora, no tiene sentido. Si quieres pescar, puedes pescar. No hay problema. Pero vas a perder. ¿Si quieres ganar? Si quieres ganar, entonces tienes que hacer lo que tienes que hacer primero». Fue una lección muy importante para mí. Si la gente me ve como un perfeccionista, eso viene de esa voz interior que me hablaba en el viaje de regreso a casa. Esa voz nunca me ha dejado. Un día, puedo estar en el mar. Hoy, y mañana… tengo que entrenar.

No era un niño que tuviera ídolos deportivos. Supongo que tiene que ver con mi carácter mallorquín. Mis héroes eran personas que conocía en la vida real. Pero cuando tenía 12 años, pude jugar con Carlos Moyà por primera vez. Un compatriota, también de Mallorca. El campeón del Abierto de Francia y el primer jugador español en ser Nº1. Estaba nervioso solo de pensar que iba a golpear algunas pelotas con él. Fue una experiencia inolvidable, una ventana a otro mundo. El tenis estaba transformándose de algo que solo era para divertirse — un juego de niños — a un verdadero objetivo para hacer de él una forma de vida. Me hizo soñar un poco más. Un día, tal vez pueda jugar en Roland-Garros…

Pero el dolor es uno de los grandes maestros de la vida. Me lesioné cuando tenía 17 años y me dijeron que probablemente nunca volvería a jugar al tenis profesional. Aprendí que las cosas pueden terminar en un instante. No era solo una pequeña fractura en mi pie, se trataba de una enfermedad. Una enfermedad sin cura, solo se podía gestionar: Síndrome de Mueller-Weiss. ¿Qué significa eso? Pasas de la mayor alegría a despertarte al día siguiente sin poder caminar. Pasé muchos días en casa llorando, pero fue una gran lección de humildad, y tuve la suerte de tener un padre — la verdadera influencia que he tenido en mi vida — que siempre fue muy positivo. “Encontraremos una solución”, dijo. “Y si no la encontramos, hay otras cosas en la vida fuera del tenis.” Al escuchar esas palabras, casi no podía procesarlas, pero gracias a Dios, después de mucho dolor, cirugías, rehabilitación y lágrimas, se encontró una solución, y durante todos estos años, pude seguir luchando a través de ello.

El tenis es un deporte que mentalmente exige mucho de ti, pero hay muchos momentos de alegría que nunca olvidaré. La Copa Davis en 2004, Roland-Garros en 2005, por supuesto Wimbledon en 2008. Pero luego está mi primer US Open, y cuando cerré el círculo de los torneos del Grand Slam en Melbourne. Y no olvido esos torneos como Madrid y Barcelona en mi país, o Indian Wells en Miami, o Cincinnati, donde gané por primera vez en 2013, o el hermoso Montecarlo, o la sensación especial de Roma, o Shanghái y Pekín con esos increíbles aficionados… Canadá, México, Chile, Brasil, mis primeros días en Buenos Aires… muchísimos momentos. Me siento lleno de recuerdos increíbles. Sin embargo, nunca puedes dejar de exigirte. Nunca puedes relajarte. Siempre necesitas mejorar, eso ha sido la constante de mi vida. Siempre ir a empujar tus límites y mejorar. Así fue como me convertí en un mejor jugador.

Durante 30 años, la imagen que transmitía al mundo no siempre era lo que sentía por dentro. Honestamente, siempre he estado nervioso antes de cada partido que he jugado, eso nunca se va. Cada noche, antes de un partido, me iba a la cama sintiendo que podía perder (¡y también cuando me despertaba por la mañana!). En el tenis, la diferencia entre los jugadores es muy pequeña, y entre los rivales aún más. Cuando sales a la pista, cualquier cosa puede pasar, así que todos tus sentidos deben estar despiertos, vivos. Esa sensación, el fuego interno, los nervios, la adrenalina de salir y ver una pista llena, es una sensación que es muy difícil de describir. Es una sensación que solo unos pocos pueden entender, y algo que estoy seguro de que nunca será lo mismo ahora que me retiro como profesional. Aún habrá algunos momentos jugando exhibiciones y tal vez otros deportes también. Siempre competiré y trataré de dar lo mejor de mí, pero no será la misma sensación que salir frente a los aficionados en cualquier estadio.

Durante la mayor parte de mi carrera fui bueno controlando esas emociones… con una excepción. Pasé por un momento muy difícil, mentalmente, hace unos años. Al dolor físico estaba muy acostumbrado, pero hubo momentos en la pista en los que tenía problemas para controlar mi respiración y no podía jugar al más alto nivel. No tengo problema en decirlo ahora. Después de todo, somos seres humanos, no superhéroes. La persona que ves en la pista central con un trofeo es una persona. Exhausta, aliviada, feliz, agradecida — pero solo una persona. Afortunadamente, no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero hay momentos con cada jugador en los que es difícil controlar la mente, y cuando eso sucede es difícil tener control total de tu juego. Hubo meses en los que pensé en tomar un descanso completo del tenis para limpiar mi mente. Al final, trabajé en ello todos los días para mejorar. Lo conquisté siempre avanzando, y poco a poco volví a ser yo mismo. Lo que más me enorgullece es que, aunque luché, nunca me rendí. Siempre di lo máximo.

El tenis también es un maestro de la vida misma. La mayoría de las veces no ganas el torneo en el que juegas. No importa quién seas, al final de muchas semanas, has perdido. La vida real es igual. Aprendes a vivir con los momentos de alegría y los momentos de dolor, y tratas de tratarlos de la misma manera. En los buenos momentos, nunca pensé que era Superman, y en los malos momentos, nunca pensé que era un fracasado. Lo que te hace crecer como persona es la vida misma: los fracasos, los nervios, el dolor, la alegría, el proceso de despertar cada día y tratar de ser un poco mejor para lograr tus metas.

En el fondo, cuando todo está dicho y hecho, uno recibe lo que da. Espero que mi legado sea que siempre traté de tratar a los demás con profundo respeto. Esta era la regla de oro de mis padres. Cuando era un niño, mi padre siempre me decía: «Inventar es difícil, copiar es mucho más fácil.» No hablaba de tenis. Hablaba de la vida. Mira a tu alrededor y observa a las personas que admiras. Cómo tratan a la gente. Qué es lo que te gusta de ellos. Actúa como ellos, y probablemente vivirás una vida feliz. Llevé esa lección conmigo a cada partido que jugué. No me alimentaba del odio hacia mis rivales, sino de un profundo respeto y admiración. Simplemente traté de despertar cada mañana y mejorar un poco para poder seguir el ritmo de ellos. ¡No siempre funcionó! Pero lo intenté… siempre lo intenté.

Por más de 30 años he dado todo lo que podía a este juego. A cambio, he recibido alegría y felicidad. Alegría y felicidad, amor y amistad, y mucho más…

Sinceramente,

Rafa

¡Gracias, RAFA!

Emoción contenida (Créditos: Getty Images).

Cuántos hubiéramos deseado estar allí presentes, aplaudiendo de pie al gran Rafa Nadal. Acompañándolo en sus últimos momentos en una pista de tenis como jugador profesional. Agradeciéndole por todo lo que le dio al deporte. Por lo alto a lo que llevo el tenis. Por el enorme ejemplo que es como persona y que fue como jugador.

“Que fue…”. Ya es una realidad. Rafael Nadal es un ex tenista. Y qué tenista fue. Pero no es solo una leyenda del tenis, es también un ser humano brillante. Uno que dio su ejemplo con la pasión, entrega, sacrificio y amor por lo que hizo. Por eso Rafa trasciende al deporte de raqueta. Porque emocionó e inspiró al mozo de un bar, al estudiante, al doctor, al abogado, al deportista, al profesor, al que busca empleo y al que está desbordado de él, al jefe, al padre, a la madre y a niños y niñas alrededor de todo el mundo.

Nadie que se sentase a verlo jugar al gran Rafael Nadal quedaba indiferente. La emoción traspasaba la pantalla. Como nunca antes sucedió en el tenis. Esa entrega, sacrificio, pasión, educación, dignidad, -en suma, los valores que Rafa trajo consigo- los esparció, en mayor o menor medida, a millones de personas. Y eso es algo que se lo agradeceremos siempre.

En particular, a nosotros nos hizo amar al tenis. Lo suficiente como para crear este sitio y haber tenido la enorme dicha de poder conocerlo e incluso interactuar con él en varias ocasiones.

Desde Passing Shot, lamentamos mucho tu retiro, pero aún más nos alegramos y te agradecemos por habernos inspirado y emocionado como ningún otro deportista que hayamos visto. Humildemente te dedicamos esta edición, la más especial hasta la fecha.

Entre lágrimas, muchas gracias, Rafa. 

Nicolás Vocobelli

De regalo por haber llegado hasta el final, les dejamos el mejor reel que van a ver en homenaje a Rafa.