Rafa Nadal campeón en Melbourne y con esperanza al Abierto de Australia

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El balear Rafael Nadal 6° se consagró campeón en el ATP 250 de Melbourne tras vencer a Maxime Cressy 71° por 7-6(6)/6-3 y obtuvo el título 89° de su inigualable carrera.

A sus 35 años, el oriundo de Manacor volvió al ruedo tras 5 meses de inactividad por una lesión crónica en su pie derecho (conocida como Müller-Weiss, provocada por la deformación del escafoides del pie (tarsiano)). Dicho percance lo obligó a dejar las pistas en agosto del año pasado en el ATP 500 de Washington. Luego, en diciembre tuvo una efímera aparición en la exhibición de Abu Dhabi, donde sufrió dos derrotas y se contagió el COVID-19 (quedando otros 10 días sin posibilidad de entrenar).

Así y todo, el español volvió a demostrarnos -por enésima vez- su enorme capacidad mental y de superación. Se presentó en el primer torneo del año, superó a Ricardas Berankis 96° (6-2/7-5), Emil Russuvuori 90° (6-4/7-5) y a Maxime Cressy 71° sin ceder sets, y levantó el primer título de la temporada.

Maxime Cressy recibe su primer trofeo de finalista, entre risas con Rafael Nadal. Créditos: AP.

Con esta victoria, Nadal consigue un nuevo récord: es el tenista que más temporadas consecutivas lleva al menos obteniendo un título ATP, con un total de 19. Marca que deja en evidencia su sorprendente longevidad que tantas veces fue puesta en duda por los “especialistas” del deporte.

En miras al primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia.

Ahora se viene la gran cita, el Australian Open. La relación entre Rafa y el Abierto de Australia es agridulce… se consagró campeón por primera y última vez en el 2009 venciendo a Roger Federer 16° por 7-5/3-6/7-6 (3)/3-6/6-2 en una épica final que duró 4 horas y 23 minutos. Lo más notable es que el día anterior disputó una maratónica semifinal de 5 horas y 14 minutos ante su compatriota Fernando Verdasco. Sin dudas, una muestra de su inmensa fortaleza mental y física.

Nadal consolando a un compungido Federer tras la épica final de 2009. Créditos: Scott Barbour (Getty Images).

En el 2012 volvería a llegar a la instancia definitiva, esta vez ante Novak Djokovic 1°. En lo que fue la final de Grand Slam más larga –y para muchos la mejor- de la historia, el serbio se terminó quedando con el trofeo. ¿El resultado? 5-7/6-4/6-2/6-7(5)/7-5 en 5 horas y 53 minutos. «Por mucho, el mejor partido que he visto. Increíbles actuaciones de ambos muchachos», sostuvo el ex número 1 Pete Sampras.

Tras una espectacular temporada 2013 donde consiguió los Majors de Roland Garros y el US Open, Nadal comenzaba el 2014 de manera fulminante, alcanzando la final del Abierto de Australia tras aplastar a Roger Federer en las semifinales. En esta oportunidad, se mediría ante otro suizo: Stan Wawrinka 103°. Las expectativas eran altísimas, pero en el primer set, un dolor insoportable se adueñó de la espalda de Nadal, quien apeló a sus mas profundas fuerzas para seguir adelante y darle fin a lo inevitable: 6-3/6-2/3-6/6-3 para el suizo, quien alzó su primer título de Grand Slam. La dura lesión en su espalda le quitó las chances de competir de igual a igual y lo mantuvo fuera de las pistas por varios meses. «La derrota en la final del Open de Australia 2014 fue el momento más duro de mi carrera», sostuvo el español.

Tuvo su cuarta final en el año 2017, memorable regreso de Fedal. Un épico encuentro que se definió en el 5° set tuvo como vencedor a Roger Federer. Ese Abierto de Australia marcó el regreso de las dos leyendas del tenis, quienes se repartieron los Grand Slams y las semanas como número 1, en lo que fue un sueño hecho realidad para los fanáticos de las dos “R”. Aquella derrota, aunque Nadal tuvo sus chances, fue opacada por el regreso de ambos jugadores a dominar nuevamente el circuito ATP.

Por último, su más reciente final y gran actuación en el Australian Open se dio en la temporada 2019. Brilló a lo largo de todo el torneo pero acabó siendo arrasado por un Novak Djokovic perfecto. El serbio, mayor ganador en este evento con 9 títulos, no le dio chances a Rafael Nadal y lo aplastó por 6-3/6-2/6-3.

En conclusión, el Abierto de Australia es el Grand Slam que más reveses le ha dado al español. Si bien ha tenido una sublime actuación en 2009 y estuvo cerca de quedarse con el título en 2012 y 2017, los contratiempos -a veces materializados en oponentes invencibles- parecen estar presentes más que en el resto de los Grand Slams.

A días del comienzo de un nuevo Australian Open, y con un Nadal que probablemente no esté a su 100%, son muchas las dudas acerca de si tendrá una gran actuación. Se reveló el cuadro y este es el camino proyectado hacia el título:
Primera ronda, Marcos Giron 66°. Segunda ronda, el local Thanasi Kokkinakis 145°. Tercera ronda, Karen Khachanov 30°. Octavos de final, Hubert Hurkacz 10°. Cuartos de final, Alexander Zverev 3°. Semifinales, el campeón defensor Novak Djokovic 1°. Final, Daniil Medvedev 2°.

Nadal en la Rod Laver Arena, preparandose para el AO 2022. Créditos: @RafaelNadal (Instagram).

“Siempre y cuando Rafa siga jugando al tenis, habrá que considerarle como favorito en cada torneo al que acuda. Tiene sus opciones de ganar el 21º Grand Slam en Melbourne, si no no estaría allí (…) No creo sinceramente que haya nadie en el cuadro principal que le gustase medirse con Rafa Nadal, con una superestrella como él”, manifestó la leyenda Boris Becker.

El cuadro es de extrema dificultad, pero puede abrirse y quizás darle paso al español a las instancias finales. Si bien el Matador no se encuentra en sus mejores condiciones, a lo largo de todos estos años hemos aprendido a nunca darlo por vencido y a estar siempre dispuestos a que nos sorprenda.

Créditos de la portada: AFP.