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Fuego contra Hielo: Roland Garros y una final de película

Qué bien le hacen al tenis los contrastes. Cuando dos jugadores no solo se anteponen en estilo de juego, sino también en su temperamento -a los ojos del público- el duelo deja de ser táctico y se vuelve narrativo.

El español es tenis en estado volcánico. Juega al 100%; con riesgo, coraje y corazón. Llega a picos altísimos y las sensaciones/emociones son de vital importancia. Tampoco olvidemos la sonrisa, que deja entrever el disfrute que le produce el juego. Enérgico, expresivo y arrebatado; es el fuego.

El italiano, nunca un gesto de más. La misma cara para un winner que para una doble falta. Juega con patrones claros, perfectamente calculado cada tiro y con una consistencia de otro nivel. No deslumbra, pero abruma. No se apura, pero aplasta. Gélido, sereno, imperturbable; es el hielo.

Lo llamativo de esta rivalidad es que es un clásico arquetípico: el fuego choca, el hielo desgasta. Es la eterna tensión entre la emoción y la razón. Los aficionados eligen sus bandos no solo por estilo de juego, sino por afinidad emocional. Este partido no se juega solo con pelotas y raquetas: se juega con símbolos.

Eso fue la grandísima final de París: fuego versus hielo.

En esta oportunidad, las llamas fueron indomables y el frío, aunque, aguantó hasta el final, terminó cediendo. La inventiva y maleabilidad del elemento caliente tiene la capacidad de abrumar a la rigidez y inamovilidad del elemento congelante.

Fue mucho más que un partido de tenis, que una final importante… llegó a tal punto que, como si de una historia épica se tratase, los jugadores representaron personajes simples y bien marcados en una epopeya mítica. Protagonizaron una historia arquetípica ambientada en una pista de tenis. De ahí la emoción tan grande que causó la final. Que pareció guionizada por el más pretencioso guionista, para causar el más profundo de los sentimientos. Más allá del resultado y de quién alzo el trofeo, lo que allí sucedió conectó con la historia, no solo del deporte, sino de la humanidad misma. Vimos la esencia de los milenios de enfrentamientos de todo tipo, encarnados en dos ejemplos de deportistas, que dejaron todo de sí, tanto que este partido quedará para la posteridad.

Carlos Alcaraz, el escapista

Carlos Alcaraz (2°) gestó una remontada histórica ante un descomunal Jannik Sinner (1°), defendiendo el título de Roland Garros con parciales de 4-6/6-7(4)/6-4/7-6(3)/7-6(10-2) en la final más larga de la historia del torneo: 5 horas y 29 minutos.

El emocionante festejo de una victoria inolvidable (Créditos: REUTERS/Lisi Niesner).

3 puntos para campeonato tuvo el italiano, quien hasta aquel entonces, cual máquina infalible, parecía creada y destinada para ganar. Tenía una mano y media en el trofeo. Pero el fuego sagrado del español consiguió resistir. Resistir y resistir… “la victoria pertenece a los más tenaces”.

Los nervios, a flor de piel hasta el último segundo. El campeón se mantuvo una incógnita hasta el último punto. Ni guionada la final podría haber sido tan espectacular, tan fantástica, tan épica. La desde Australia 2012.

Aplausos de pie a Jannik Sinner, que ya ganará su Roland Garros. Jugó a un nivel superlativo, incluso en la final de hoy. Pero Carlos (y la bandera española) está destinado a dominar en la superficie, y -como lo hizo su ídolo- en la Phillip Chatrier.

Posando con su segundo Trofeo de los Mosqueteros (Créditos: REUTERS).

Ya son 5 los Grand Slams que consiguió el murciano. Y este, su título, 20, quedará para la posteridad.

Wimbledon tiene su final de 2008, Australia, la de 2012, el US Open, 1981. Ahora, Roland Garros tiene la de 2025. Será eternamente recordada.

El tenis no está en buenas manos: está en las mejores manos posibles. Gracias, chicos.

Jannik Sinner, la máquina que demostró ser humano

El tenis suele ser injusto. Y no nos referimos a que Carlos Alcaraz no mereció ganar, sino que Jannik Sinner no mereció perder. El italiano jugó un torneo sobresaliente, brillante. Tras tres meses sin competir, regresó al circuito en Roma, sobre arcilla, y alcanzó la final destrozando a todos sus rivales, cayendo, al igual que ayer, contra Carlos Alcaraz.

La otra cara de una final histórica (Créditos: REUTERS/Stephanie Lecocq).

Su Roland Garros fue apabullante, desde la primera ronda hasta la final. Tuvo tres puntos para ser campeón, y si bien se le dieron vuelta las cosas, volvió a luchar hasta el final, volviendo a estar cerca con el español sacando 5-6, 30-30. Ese punto lo jugó perfecto, y hubiera sido un nuevo match point, pero Carlos Alcaraz lo ganó de una manera paranormal.

Si bien esta derrota le dolerá por mucho tiempo, en síntesis, no tiene nada que reprocharse. Perdió como un grande, manteniendo el fair play y la profesionalidad del principio al final del torneo.

Un grande en la derrota (Créditos: Getty Images).

Al final, pudimos ver su lado más humano. Luchó con pasión y tenacidad hasta el útlimo momento. Y lo vimos padeciendo la derrota. Es el número uno del mundo y se mantendrá allí por mucho más tiempo. Hoy le tocó sufrir. Pero serán mucho más las veces en las que estará del lado vencedor.

El tenis en su máxima expresión: Alcaraz y Sinner nos regalaron una épica final de Roland Garros que hizo vibrar al mundo, por Mariana Carmona

PARIS (France), 08/06/2025.- Carlos Alcaraz of Spain (R) celebrates winning his Men's final match against Jannik Sinner of Italy at the French Open Grand Slam tennis tournament at Roland Garros in Paris, France, 08 June 2025. (Tenis, Abierto, Francia, Italia, España) EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON
Los nuevos dominadores del circuito (Créditos: EFE).

Hay momentos en que el tenis deja de ser un deporte de raquetas y líneas. Se vuelve un pulso compartido, un latido común entre los que luchan y los que miran. Y en ese temblor, uno recuerda por qué jamás dejó de amarlo.

El tenis, en su forma más pura, es una lucha de voluntades. Este domingo, en la Philippe-Chatrier, ese principio quedó grabado a fuego. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner nos regalaron una final de Roland Garros que ya forma parte de la historia: cinco horas y 30 minutos de combate sin tregua, culminados con el triunfo del español por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (10-2). Fue mucho más que una final: fue un canto a la resiliencia, al talento, al espíritu indomable de dos jóvenes que ya juegan con el aura de los elegidos. Cuando las piernas tiemblan, cuando el brazo apenas responde, es entonces cuando se ve la verdadera estatura de un campeón. Y ayer, vimos a dos gigantes.

El aura que emana Carlos Alcaraz (Créditos: AFP).

Alcaraz, con esa mezcla de desparpajo y garra, supo encontrar en los momentos más oscuros la luz necesaria para seguir creyendo. Tras perder los dos primeros sets y verse obligado a pelear contra el propio desgaste físico, resurgió con un tercer parcial demoledor y finalmente una quinta manga de temple inquebrantable. Sinner, con su precisión y su frialdad, obligó a su rival a alcanzar límites que quizás ni él mismo conocía. Cada intercambio fue un duelo de ajedrez a velocidad de vértigo, una batalla de nervios y corazón. Es imposible no pensar en Rafael Nadal al contemplar estas gestas. Como el gran Rafa tantas veces nos enseñó, ganar es importante, pero aún más lo es la manera en que se lucha. Y claro que muchos de nosotros no creemos en las casualidades. Alcaraz, que hoy ganó su quinto Grand Slam a la misma edad (22 años, 1 mes y 3 días), encarnó su legado: el de no rendirse jamás, el de pelear cada punto como si fuera el último, el de respetar al rival con el máximo esfuerzo.

Este no fue solo un triunfo de Carlos Alcaraz. Fue una victoria del Tenis. De la pasión. De la juventud que honra el ejemplo de los más grandes y que, a su vez, construye su propio camino hacia la eternidad. Este 8 de junio de 2025 todos fuimos testigos de algo más grande que un resultado. Fuimos testigos del FUTURO.

La Nueva Era: sólo dos

Dueños de los últimos seis Grand Slams.

Pensábamos que al Big Three (Djokovic, Nadal y Federer) lo tendría que reemplazar otro grupo de tres jugadores. Tuvimos un indicio con Zverev, Medvedev, Tsitsipas y Thiem, pero no fue más que una ilusión.

Jannik Sinner y Carlos Alcaraz no quieren dejarle lugar a nadie más que a ellos dos. Y en el corto plazo no hay nadie que insinúe estar a su altura. El italiano y el español se adueñaron de los últimos seis Grand Slams. Sinner en pistas duras; Alcaraz en arcilla y césped.

Sean bienvenidos a la Nueva Era. Una que no busca imitar ni reemplazar a la anterior, sino que viene a traer algo completamente novedoso. A llevar al tenis a alturas en las que jamás estuvo.

Creer o reventar: el increíble dato que une a Carlos Alcaraz con Rafael Nadal

Misma edad exacta, en años, meses y días: quinto Grand Slam.

Y ambos en finales épicas, contra el número uno del mundo. Es creer o reventar.

Así reaccionó Carlos Alcaraz tras informársele que obtuvo su quinto Grand Slam con exactamente la misma edad que Rafael Nadal.

Los mejores del 2025

Así quedó el ránking «Carrera a Turín», es decir, el de los puntos obtenidos en este 2025:

Mientras tanto, el Top 10 del ránking ATP al día de hoy:

1. Jannik Sinner (ITA) 10.880 puntos

2. Carlos Alcaraz (ESP) 8.850

3. Alexander Zverev (ALE) 6.385

4. Jack Draper (GBR) 4.800 (+1)

5. Novak Djokovic (SRB) 4.630 (+1)

6. Lorenzo Musetti (ITA) 4.560 (+1)

7. Taylor Fritz (EEUU) 4.485 (-3)

8. Tommy Paul (EEUU) 3.510 (+4)

9. Holger Rune (DIN) 3.440 (+1)

10. Alex De Minaur (AUS) 3.285 (-1)

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El talón de Aquiles de Carlos Alcaraz

El número dos del mundo, Carlos Alcaraz se despidió del ATP 250 de Buenos Aires -y de la defensa del título- tras caer ante un inspirado Nicolás Jarry en sets corridos (7-6(2)/6-3). Hay un patrón en las derrotas del español, y en esta nota trataremos de analizarlo.

Nicolás Jarry, con el orgullo en alto tras una de las mejores victorias de su carrera. (Créditos: Prensa IEB+ Argentina Open).

Alogo dejó entever luego de su derrota en las semifinales del US Open el año pasado ante Daniil Medvedev: «Ahora soy un mejor jugador para encontrar soluciones cuando el partido no va en la dirección correcta para mí. Pero después de este partido, voy a cambiar de parecer. No soy lo suficientemente maduro para manejar este tipo de partidos así que tengo que aprender de eso», sostuvo Carlos en conferencia de prensa. «Fue una desconexión mental que me ha durado el resto del ‘tie break’ y prácticamente todo el segundo set. Esas cosas no pueden suceder si quiero pelear por grandes cosas», prosiguió.

Arrojando la raqueta en un ataque de frustración por no encontrar respuestas al impecable tenis del chileno. (Créditos: Prensa IEB+ Argentina Open).

Golpes los tiene todos. Su derecha es de las mejores que hemos visto en los últimos año; el revés es prolijo y efectivo; el saque podría ser mejor, pero no se puede decir que es deficiente; su volea es buena; su movimiento en pista es sensacional; y su mentalidad es prodigiosa para un chico de tan solo 20 años. Entonces, ¿cuál es su punto débil?

«Ahora mismo veo que los que están allí arriba, en ciertos momentos, son los que marcan la diferencia y ahí es donde tengo que mejorar yo. Es una asignatura que tengo pendiente desde hace bastante tiempo, en intentar aprovechar ciertos momentos, en las bolas de break y en las bolas en contra son momentos que tengo que llevar de mejor manera. Intento pensar en mí camino y en lo que tengo que mejorar», declaró Alcaraz en conferencia de prensa en el IEB+ Argentina Open.

Unamos las dos declaraciones. Hay algo que sale a relucir, ¿no? Desconexión.

La desconexión lleva a la mala toma de decisiones, a una ejecución irregular en los golpes, a no poder leer las jugadas y los momentos. En síntesis, la desconexión puede ser una de las peores debilidades de un tenista. Y Carlos lo sabe, por eso es su asignatura pendiente (desde el año pasado). Se podrá tratar con psicólogos, con ejercicios en los entrenamientos, y con experiencia en partidos. Es algo que parecería estar costándole superar, pero que una vez lo haga, el cielo será su límite.

En su paso por el IEB+ Argentina Open, Alcaraz sufrió de dos desconexiones notables. La primera, ante Camilo Ugo Carabelli en los octavos de final, en un partido que venía absolutamente dominado, pero que tuvo un segundo set que pudo haberse ido del lado del argentino. La otra ocasión fue ayer, ante Nicolás Jarry. En el primer parcial, el español ganó la mayoría de sus juegos de saque sin ceder puntos, pero llegado el tiebreak, se desconectó. Lo perdió por 7-2, y luego se le fue el segundo set, el partido y la defensa del título.

Arrebato de confianza tras salvar un punto de quiebre en un delicado momento del partido. (Créditos: Prensa IEB+ Argentina Open).

Ahora bien, esto no significa que no estemos hablando de un prodigio del tenis. Tanto es así que con tan solo 20 años, Carlos ya está notando que muchas debilidades no tiene, y de hecho la encontró a tiempo. El margen de mejora en su tenis aún existe, y no sabemos qué tan grande puede ser.

Así las cosas, estamos hablando de un jugador que tiene no muchas cosas para pulir, pero que si logra mejorarlas, llevaría al tenis a otro nivel.

Créditos de la portada: Prensa IEB+ rgentina Open.




Carlos Alcaraz habla de todo: Oro olímpico, el desembarco de Arabia Saudita en el tenis, Buenos Aires convirtiéndose en ATP 500

Carlos Alcaraz declaró en conferencia de prensa en el IEB+ Argentina Open y tocó varios temas relevantes: JJ.OO, las nuevas instalaciones del Argentina Open, su rivalidad con Djokovic y Sinner y demás.

La primera conferencia de prensa de Alcaraz en el IEB+ Argentina Open 2024. Créditos: Prensa Argentina Open vía YouTube.

La clave para mantener su hambre de ganar:

Ver a Djokovic alli arriba, ver a los jugadsores quee stan ganando tambien me motiva para intentar estar a la misma altura que ellos. O hablando del Big Three, ir acercandome. Soy un chico que sueña a lo grande, muy ambicioso, que mira y se pone como objetivo a los mejores del mundo y a los mejores de la historia. Eso es lo que me motiva a dar mi 100% día a día e ir a los torneos e intentar dar lo mejor.

¿Qué prefiere ganar en este 2024: Roland Garros o la medalla de oro en Paris?

Yo diria que el titulo olimpico. Para mi es un sueño llevar la medalla para mi pais, para España. Es una de las cosas mas grandes que hay en el deporte en general. Asi que preferiria ganar el oro olimpico.

¿Roland Garros es un pendiente?

No, un Grand Slam es un Grand Slam, no importa cual sea. Obviamente es un torneo que me hace muchísima ilusión ganarlo.
No siento que deba ganarlo, que tenga esa espinita clavada por no ganarlo aún. Es un torneo muy bonito. Muy especial para todos los españoles y obviamente sería un sueño ganarlo. Es como cualquier otro Grand Slam, vale por uno.

Sobre el embarque de Arabia Saudita en el circuito ATP

Es bueno para el tenis que haya más sedes, que se vaya abriendo un poquito los paises en donde jugamos.
Arabia está evolucionando muy rápido en todos los sentidos. En el mundo del deporte hay muchísimos eventos. Es bueno para el deporte en general. No he escuchado muchas críticas. Al final, Rafa ha decidido firmar como embajador del tenis. A mí no me parece mal. Que mejor manera que Rafa se meta ahí para ampliar el mundo del tenis a lugares donde no se jugaba nunca. Nosotros jugamos e intentamos atraer a más personas. No hay mejor persona que Rafa para que amplíe ese mundo.

El IEB+ Argentina Open merece evolucionar a la categoría de ATP 500

La verdad es que comparando con el torneo del año pasado, ha habido un gran cambio. El año pasado, a lo mejor no lo veía para un 500, pero este año sí, las instalaciones han mejorado muchísimo, el ambiente está muy bien y la organización en general yo creo que es muy muy buena, muy servicial, muy atenta. Todo siempre esta a disponibilidad y la verdad que eso es maravilloso. Aquí la gente se involucra mucho, esta muy metida en el tenis y eso se agradece. Asi que yo creo que si este torneo se convierte en un 500, no me extrañaría para nada. Las instalaciones son capaces de organizar un 500.




Carlos Alcaraz revoluciona el Argentina Open

Decir que Carlos Alcaraz (2°) es el gran favorito a coronarse en el Argentina Open es algo lógico. Pero la cosa no estaba tan clara hace unos días.

El español comenzó su campaña 2023 en el Argentina Open, tras una lesión en su pierna izquierda que lo dejó fuera de las pistas por 103 días y le quitó el status de número uno del mundo.

Su debut era una incógnita. Lo hizo contra Laslo Djere (57°), un hueso duro de roer en este tipo de superficie.

La performance de Carlos fue buena pero no espectacular. Ganó en tres sets, 6-2/4-6/6-2. El público, emocionado de verlo, lo trató como a un local. “La verdad que para mí es un placer estar en Argentina. Me esperaba cariño pero no tanto y me he sentido como en casa”, declaró en conferencia de prensa tras su triunfal debut.

La historia fue otra en su segundo partido, la noche de ayer. En una jornada curiosa debido al clima –lluvia, parones, suspensiones y frío-, Alcaraz comenzó su partido ante Dusan Lajovic (90°) a las 20:45 (en vez de las 18:30 como estaba estipulado).

El Court Central Guillermo Vilas, al igual que en su previo encuentro, estaba repleto (4.995 personas). Nadie quería perderse al niño maravilla, al presente y futuro del tenis.

Cabe aclarar que la velocidad de juego vista en vivo difiere cuantiosamente de lo que se puede apreciar en televisión. Y eso fue lo que dejó boquiabierto a los miles de espectadores el día de ayer.

Carlos Alcaraz no solo es un portento físico notorio, sino que se mueve con una delicadeza y astucia gatunas. A eso hay que agregarle una fuerza impresionante que lo lleva a sacar a más de 220 km/h  y a ejecutar derechazos que son imposibles de responder.

Su performance fue excelente. Winners por doquier, salvadas dignas de un jugador de lo más defensivo, lujos (como una “Grand Willy”, o un passing shot de espaldas a la pista), y festejos con el brazo en alto hicieron del clima un verdadero espectáculo al mejor estilo espartano. Se quedó con un contundente triunfo: 6-4/6-2 y el pase a las semifinales (serán ante su compatriota Bernabé Zapata Miralles (74°)).

Todos se levantaron de sus butacas: la «Gran Willy» de Alcaraz. (Créditos: Sergio Llamera/Argentina Open)

Ver jugar a este joven de 19 años embelesa. Y lo más increíble es el fuera de pista. En las conferencias post-partidos se muestra muy amable con todos, responde sinceramente y de manera respetuosa (políticamente correcta). Estos atributos nos recuerdan (aunque a muchos no les guste comparar) al joven Rafael Nadal. Esa dicotomía entre ser una fiera dentro de la pista y un chico tan afable fuera hace/hizo que sean tan queridos por el mundo del tenis.

Estamos muy agradecidos por su presencia en este torneo. Sin dudas que levantó la vara enormemente, y lo más importante, muchos argentinos tuvieron y tendrán la oportunidad de ver el tenis en su cúlmen.

No pudimos contenernos y tuvimos que felicitarlo por su notable actuación:




Carlos Alcaraz, el «Mayor Progreso del Año»

Elegido por ustedes, Carlos Alcaraz (32º) es el ganador del premio “Mayor Progreso del Año”.

El joven palmareño de 18 años tuvo su irrupción definitiva en este 2021. Es por eso que ustedes lo votaron 217 veces como el justo merecedor de este reconocimiento.

Bajo la dirección de Juan Carlos Ferrero, Carlos alzó su primer título en Umag (ATP 250), alcanzó sus primeros cuartos de final de un Grand Slam en el US Open y finalizó la temporada levantando el trofeo de las Next Gen ATP Finals, alcanzando el puesto 32º (comenzó en 2021 en el 141º).

“Tengo claro que yo sigo mi camino. En los torneos que vengan voy a dar lo mejor de mí, estoy entrenando muy bien para empezar en Australia lo mejor posible”, manifestó Alcaraz tras recibir el Premio Promesa AS en Madrid.

En absoluta disidencia con la ATP, quien le entregó el galardón a Aslan Karatsev (18º), nuestros seguidores escogieron -con un amplio margen- al español.
Así quedó la votación del mayor progreso del año, llevada a cabo hace unas semanas, con la participación de 319 de ustedes:

1º Carlos Alcaraz: 217 votos.
2º Casper Ruud: 50 votos.
3º Cameron Norrie: 29 votos.
4º Aslan Karatsev: 23 votos.

Les agradecemos su participación y esperamos que en la temporada 2022 Carlitos siga sorprendiendo al mundo del tenis.

Créditos de la portada: EFE.