Gracias, Roger

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41 años, 24 años de ellos en el ATP Tour. 20 Grand Slams, 103 títulos, 1251 victorias. 310 semanas como número uno, 5 años finalizando la temporada en lo más alto.

Todo esto queda corto. Los extravagantes números no le hacen justicia a su figura. Roger trascendió al tenis, al deporte. Fue el motor para que millones de personas agarrasen una raqueta y se adentrasen a este mundo. A veces con la raqueta, muchas otras con el violín, Roger trajo una nueva forma de jugar, un estilo único e incomparable que oscila entre lo clásico y lo moderno.

Su revés exquisito, que fue mejorando año tras año, fue reminiscente de la época clásica, y su temible drive, fue un antes y un después. Su volea era deliciosa y su saque, un arma letal. Su movimiento de pies, cual bailarín de ballet, parecía hacerlo flotar por la pista. Su presencia, digna de un príncipe, era impoluta: sin transpirar, sin ensuciar sus medias en el polvo de ladrillo, con el cabello perfecto… Estamos hablando de un deportista de élite, uno de los más grandes tenistas de la historia, y aún así, pareciera una caracterización de un caballero, un artista. Pues todo eso y más fue Roger.

La elegancia personificada (Créditos: AAPIMAGE / DPA).

Con su adiós, se finaliza una Era. La Era de Oro. Ya no hay más Big Three. Roger, junto con Rafael Nadal y Novak Djokovic, llevaron al tenis a lo más alto. Roger fue el que levantó la vara, los otros dos lo siguieron. Tuvieron incontables partidos épicos, pero eso lo dejamos para otro día, hoy se trata de Roger.

Roger fue y es la personalidad más notable e importante que tuvo y tiene este deporte. No es un retiro más, es una parte del tenis que se va y nos deja con un sentimiento de orfandad que será difícil de superar.

Su triunfo más memorable, venciendo a su némesis deportivo, Rafael Nadal, tras un regreso mágico (Créditos: PAUL CROCK / AFP).

Así y todo, la vida a veces es injusta. No es algo que a muchos les vaya a gustar leer -como tampoco a nosotros escribirlo-, pero es algo que no se puede creer. Es la realidad. El tenista más importante de la historia dejará el tenis y se irá sin ninguno de los récords más importantes. Creemos que merecía al menos ser el jugador con más victorias (1251) y más títulos (103). En ambos casos quedó detrás de Jimmy Connors, que ostenta 1275 victorias y 109 títulos. Aunque fue el primero en alcanzar la cifra de 20 Grand Slams, la misma fue superada tanto por Novak Djokovic como Rafael Nadal. También fue superado por Djokovic en semanas como número uno: 310 a 373. Sin embargo, queda un récord que difícilmente sea superado, 237 semanas consecutivas en lo más alto. Y sin dudas el de ser el favorito de los fans 19 años seguidos. Esperemos que también mantenga el récord de 8 títulos en Wimbledon.

Esto deja en claro que los números no le hacen justicia a su grandeza. Roger fue el primero en romper las barreras y elevar en demasía la vara de los récords importantes, dejando bien atrás al resto. Este es un intangible que no puede quedarse sin mención: Roger batió todos los récords más importantes. Alargó su carrera y se reinventó para seguir extendiéndola lo más posible para mantener y superar sus propios récords. El motor habrá sido Rafael Nadal y Novak Djokovic, quienes ahora continúan ganando e intentando superarse mutuamente.

Los años más grandes que ha tenido la historia del tenis comenzaron con Roger. Evolucionó el tenis y lo llevó a lo más alto. Cuando se mencione a Maradona, Messi, Jordan, Ali, como los grandes deportistas de toda la historia, el nombre «Federer» obligatoriamente tendrá su lugar. Su legado es inconmensurable y ni el polvo de la historia enterrará su nombre.

Así las cosas, tendremos su presencia en la Laver Cup, torneo que él impulsó. Salvo algún cambio de último momento, en el Equipo Europa estarán Roger y sus máximos rivales: Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. Será un torneo de lo más emotivo. Ver a los más grandes juntos, del mismo lado de la red, quizás sea una digna retirada. Estamos ansiosos por el tan esperado dobles que jugará con su amigo Rafael Nadal. Es quizás la rivalidad más importante del deporte, la que sin dudas marcó un antes y un después en el tenis. Será un partido demasiado emotivo, no apto para sensibles. Veremos si se anima a jugar singles, pues podría ser su última victoria -esperemos que así sea- o derrota. De todas formas, esta Laver Cup será histórica y probablemente el adiós de Roger esté a la altura de lo que merece.

Uno de los momentos más lindos de la historia del tenis: la rivalidad más icónica del tenis haciendo equipo (Créditos: Getty Images).

Asimismo, en su mensaje de despedida, aclaró que no dejará el tenis, sino los torneos oficiales. Esto, bajo la lógica de los contratos con las marcas y el enorme peso comercial de Roger, puede significar una gira de exhibición en 2023. Creemos que sería el cierre más oportuno de una carrera legendaria: estadios llenos aclamando y pudiendo despedirse de él.

Se hace complicado finalizar la nota. Es como si terminarla hiciese realidad esta triste noticia. No creemos que esté a la altura de la circunstancia. No hay suficientes palabras, todo queda corto. Con una pequeña lágrima, le agradecemos a Roger por haber sido una parte tan importante de nuestra vida. El mundo del tenis lo va a extrañar. De ball boy a leyenda. Nos queda un profundo vacío, pero también un gran legado.

El Maestro. La Perfección Suiza. El Expreso Suizo. Su Majestad. Gracias por tanto, Roger.

Créditos de la portada: Lintao Zhang/Getty Images.